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martes, 7 de julio de 2009

La Mariposa Azul


Julio Olivera Oré


!!Que fue de Rosa. la de los labios guinda,
ojos azules, talle de junco, torso de ave, mariposa azul de la campiña?

!Que fue de ella
La sepultaron las nieves?
se la llevaron las aguas?

En vano se astillaron mis manos,
buscándola en los escombros.
En vano el eco de mi voz,
llenaron los poblados.
En vano mis lágrimas mojaron la tierra.

Te licuaste en las nieves,
sumergida en las raíces,
de cuatro palmeras que en pie quedaron.?

Idolatro este sueño,
imploro de rodillas, y despierto:
le digo que la quiero,
que la añoro y que la espero,
y que ya no se,
si es poco o mucho
lo que sufro y lloro.

Si ya no has de volver Rosi,
para que te espero?

Los Senos de Elva

Julio Olivera Oré
Altos, redondos y protuberantes,
pulcros y preciosos.
fueron burilados por los dioses
o tallados por genios enamorados?

Quien le puso aquel embrujo que hechiza,
aquella ilusión que atrae,
aquella sugestión que desespera?

Aquellas curvas, son las curvas de las magnolias?
aquella belleza es la belleza de las rosas?
..aquella morbidez es para el reposo de mi frente
y aquel enjambre es para la delicia de mi boca?

Aún cuando duros sus senos son dóciles
a la caricia de mis manos,
se ufanan, crecen y sobran.
su ansiedad estallan en ósculos de leche

Sentir en las manos la desnudez de sus senos,
ver como despiertan sus sonrosados pezones,
como palpita el verso y la melodía,
como quien descorre el velo del parnaso.

Baña sus senos con nieve y puñados de escarcha,
se escurren de mis manos se escapan y
como electrizadas por la fricción, quisieran volar.

Aquellos son algo mas que forma y belleza:
es atracción y cuna,
son sentimientos dulcificados,
exhuberados con miel.

Un rebullir de palomas o una lluvia de pétalos,
el sortilegio de los ángeles y el encanto de la primavera,
la gracia de las náyades y el cincel de Apolo,
las flores de durazno, la violeta y los pámpanos.

Aquella blondura es de seda o de armiño,
son de polvos de rosa o de azucena,
de pasta de lirio o de clavel
o de los plumones de los cisnes o tordazas?

Aquellos senos son una fantasía
o es la concepción magistral de algún genio
para ser tallados en diamante y
venerados en el santuario de algún templo?

Ingres, puso alas a los senos de Edipo
para expresar su magnificencia helada.
algún artista en los senos de Elva habría puesto música
para expresar su plasticidad ensoñadora.

En cada milenio se da el portento,
para maravillar la ilusión y
sustentar la poesía.

Son un poema o una melodía,
la sublime elocuencia de algún lenguaje,
la fruta sabrosa de Ceres
o el manjar codiciado por Cupido?

Aquellos, son el himno de la virginidad,
el diseño y la inspiración
de la pintura y la escultura universal,
el don divino de la maternidad.

Quien posee la gracia de los senos de Elva
posee todos los atributos de la belleza;
quien los toma, tiene para sí
el tesoro de todas las riquezas del arte

Salomón habría codiciado aquellos senos
para prez de sus copas de amatista y ágata,
de aquellas copas que sus artífices esculpieran
con el modelo de los senos de mil vírgenes de oriente.

Copas hermosas de estilo,
de gesto original, para beber las formas hechizantes,
el néctar y los filtros del amor,
espumantes topacios de la ilusión.

Dolores


Julio Olivera Oré


Porqué los gruesos espejos biselados,

las consolas y las alfombras coloreadas,

los muebles sillones, los candelabros de plata,

las arañas rutilantes y los cortinajes de seda?


Para que los óleos clásicos y los retratos severos,

los jarrones chinos y los cristales de bohemia;

la platería del comedor y el oro de las alcobas,

los grandes mamparones y el escudo de las paredes?


La casona solariega con sus jardines y huertos,

los servidores engominados y los pongos en las puertas.

Los padres dechasdos de hidalguía y majestad,

el cura del oratorio y el maestro de gramática?


Para qué? Para prohibirnos este amor sincero,

para proscribir la libertad del amor,

para condenar esta pasión que nos corroe

o para cortar las alas del ensueño?


Para qué el protocolo y la parsimonia,

los convencionalismos decadentes,

los plazos de larga espera

y las escenas latentes de la angustia?


Para que el ceremonial cortesano,

el permiso para cortejarte,

la antesala de las esperas

y la dama de compañía?


Para que la sederia de tu atuendo,

los polvos de magnolia y las esencias de dior,

los reflejos de tus cabellos

y el encaje de tus guantes?


Para que las música de los pianos,

las sonatas de Wagner, las serenatas de Shubert,

para que aquellas partituras melódicas de los violines

o las melodías angustiadas de Verdi?


Luego la misa del domingo,

la visita de los compadres,

el ágape en el huero

y el rosario de la tarde?


Esperar quince días para verte una hora,

asistir entretanto a los novenarios,

platicar con el cura o visitar a tus padrinos,

buscar a tu padre para prestarle pleitesía?


Para qué? Para qué acrecentar la ilusión,

para probar la constancia?

Para qué aquella dosis? Para serenar la pasión

o para ex altar la fantasía?

Venus o Hada



Julio Olivera Oré


El cuello ebúrneo como una emanación del hombre

o como una floración de busto se yergue elegante,

alto y perinclito, es una fantasía melódica

y la lira de graciosos movimientos.


Por tan bello y magnifico órgano

sube el canto o la palabra como una eclosión de rosas,

se da la risa como un premonitorio introito musical

o el llanto como una cascada de brillantes.


Si un vientre es una cosa de lirio o de marfil,

salpicado por el azul de las cantáridas;

un intenso escozor de virgen y fecundidad

le haces estremecer y soñar.


Es la ánfora de Venus o el vaso de una hada?

No; su vientre más que una obra maestra

es un regazo de blondas suavidades

o el nido de las mas caras ensoñaciones.

Margarita y Manola


Julio Olivera Oré


Princesa por estirpe noble

o princesa por galana belleza?

En el amor sois igual

y en hermosura sin par.


Robustas sóis más una magnolia broncínea

que un lirio azul

un junco lozano

que una liana.


Si cobrizas tenéis tintes de óleo

y espolvoraciones de oro viejo;

si rubias una acuarela

de especulares tonos.


Vuestra cabellera negra luce reflejos de diamante,

es una mata de ébano pulido

o son haces de hebras doradas

que seducen tanto como fascinan?


Sóis ensoñación rubeniana

o una fortaleza inexpugnable.

Vuestros galanes son hercúleos

o son titanes


Vuestros encantos son maravillosos

tienen el misterio del mito,

la sabiduría de los dioses

y la ambrosía de las flores.


En el pecho amplió lucia con donaire

la gracia de los senos exhúberos

para holgar amantes

o amamantar cachorros de jaguares


Para qué vuestros labios carnosos

y su bermellón de moras?

Son para la sonrisa galana

o para el beso apasionado?


Por qué las amapolas de vuestras mejillas

y el olor de las retamas en vuestros poros.

Son para desbocar la ilusión

o para embriagar la fantasía?


Qué hay en las cuentas de vuestros collares

o en el nudo de vuestros kipus?

Es la leyenda de algún idilio

o el recuerdo de algún amor?


Qué hay en las múltiples sortijas

de vuestros dedos?

Son solo la prenda de una promesa

o son la cuenta exacta

de los amores florecidos?


Si Cantarhuacho subyugásteis a Huayna Cápac,

si Quispishira rendisteis al Márquez Pizarro,

si Manola deslumbrasteis a Bolívar,

si Margarita desesperáis al Mariscal Castilla......

Serenata

Julio Olivera Oré

Son las dos de la mañana, y es la hora
en que la alondra canta a la aurora,
los lirios y los claveles a las rosas
y los mancebos a las mujeres hermosas.

Acércate a la ventana y escucha
la voz del alma enamorada
que aúna el trino de las aves
la melodía de su canto apasionado.

Canta el ruiseñor por cantar
o canta porque esta enamorado?
Los ángeles cantan por que sueñan
y los hombres porque lloran o por que aman.

Canta el poeta la belleza excelsa,
canta el juglar a la musa popular,
pero el enamorado solo canta
a una mujer singular.

Que hay en el canto de los amantes?
Cantan la hermosura angelical,
cantan los himnos de la ilusión
o solo cantan su fantasía enamorada?

Yo canto tu belleza de diosa.
canto tus contornos que desesperan,
canto tus lineas que hechizan
y tus miradas que arroban.

Y para cantar mis endechas
está mi guitarra tiene
no se que embrujo de genio
o que habilidades de ave.

No quisiera despertar tu sueño,
quisiera mas bien dulcificarlo,
para que vivas soñando,
apura asómate al balcón.

No te extrañe la pena de mi canto,
su melancolía y su nostalgia,
es el tono lastimero y triste
de quién amó a una diosa.

En mi canto de anoche escuchaste
voces airadas , quejumbrosas,
de un rival a quien expulse con hombría
en que tañía yo estas coplas.

Si los vates solo cantaran tu belleza,
yo los dejaría glorificar mi bien;
pero cuando cambien sus arrestos
no permito mas canciones que la mía

y apura, asómate al balcón,
ya se anuncian las luces de la alborada
y yo quiero ver la aurora
en las pupilas de mi amada.

Denise


Julio Olivera Oré

Los senos de Denise son la flor

de la excelsa belleza de su cuerpo,

de aquella gracia de movimiento y forma,

de luz color y melodía.


Un prodigio escultural:

en ónix, perla o marfil

con fosforescencias amatistas

y tersidad de lirios.


Una maravilla de cristal

suave el cuello y el torso diáfano,

dorada las redondeces de los hombros

y acompasados y rítmicos los miembros.


Esbelta y elegante, su refinamiento es arrogante.

En la cintura hay líneas polifónicas que embelesa,

y en las curvas cadencias de magnolias

que embriagan y transportan.


Es el paroxismo de una oda o un madrigal

o la visión cautivante de un ensueño.

Un elixir o una fulguración celestial

que a diario troquelo con mis besos.


Una quimera musical

o una canción corpórea;

un perfume de esencias abstractas

o el celaje de una filigrana.


Aquella tornasolada desnudez

es el campus de un allegro de ámbar

bajo la pompa orquestal de una partitura de Wagner,

es Denise en la lluvia de oro de Ticiano.


Aquella donosura de jazmines y violetas,

ora tiene la frescura de las flores o del rocío,

ora los tonos vehementes de las brazas

cuando la encandila el fuego del amor.


Un bouquet de azahares,

un junco o un haz de estambres

hecho para la admiración

y la delicia angelical.


Cuerpo sutil hechizante y hostil

para la adoración;

cuerpo de hada para el deslumbramiento

y el deliquio espiritual.


A diario mis ojos licuan su hermosura,

mis manos palpan su emoción

y tengo su imagen en la mente

y su dulzura en el corazón.


Es el cuerpo más bello entre los bellos

que más adoré y a diario adoro.

El tiempo no pasa por él como no pasa por las obras de arte:

un nimbo de divinidad persevera su lozanía.


Aquél cuerpo angelical de no ser real

parecería la región maravillosa de la fantasía,

de no asirla entre mis brazos

seria solo la estrella de una visión seráfica.


Una ánfora de diamante

o la sinfonía de una imagen,

algo así como un mirage de alborada

o la plegaria de una alondra.


Si cromatismo es un embrujo de ámbar,

su escultura un transporte melódico

o un poema plástico

para el arrobo o la ensoñación.


Denise es la contemplación de la belleza

donde comienza la apoteosis de lo sublime,

la plegaria lírica de las almas

en el místico ascetismo de un idilio.

MARI

Julio Olivera Oré

No es una flor de alcoba o una sirena de la fuente,
desnuda como un junco o helecho se sumerge al agua.
El bañó la cubre con galas de diamante y el frío,
ajusta sus flancos ligeros.

Su desnudez resplandeciente eclipsa los deseos:
es una plástica de la melodía y de la forma,
idea pura, un canon del arte.
Es la inmersión del sonido en el color..

La lluvia lustra, refresca y endura sus muslos y
guarda proporciones, ajusta y adereza su desnudez .
Un elixir aplaca mi lujuria.

Desnuda, dorada y transparente, la buriló el céfiro y
lo decoró la aurora y las flores le dieron
su perfume de primavera.

Asceta o Bacante


Julio Olivera Oré


Si soy asceta, porqué la euforia de mi pecho?

Porqué la esbeltez de las formas, el garbo palatino?

Porqué el fuego de mis ojos, sus ascuas rutilantes,

porque la ambrosía y el manjar de mis encantos?


Si soy bacante, porqué el místico arrebato,

la pureza del cuerpo y la contrición del alma?

Porqué el martirio y la dulce penitencia,

la fe encendida y la plegaria infinita?


Si no soy nada, porqué el enjambre de trovas,

las serenatas de las noches y las endechas de la aurora?

Porqué el celo y el clamor del asedio?

Porqué los hombres se matan?


Porqué el lazo de mis brazos, el vaivén de mis caderas,

la belleza de mis hombros, la elasticidad de mis flancos,

la ambarina lubricidad de mi cuerpo,

la obsesión de las alcobas y la visión de las orgías?

Sortilegio de Eros


Julio Olivera Oré


Pese a estar duros y ajustados los flancos

al andar los músculos de la espalda serpentean

los del torso se exhuberan,

crujen y zangolotean las caderas.


Son las ondulantes y electrizantes líneas

del perfil de los felinos en celo

o son el sortilegio de Eros

y la maravillosa liturgia del deseo?


Una chispa de zalamería en los ojos

la pintura de una ilusión en los hoyuelos,

un cromatismo de aurora en la sonrisa

y una hechizante melodía en el garbo.


Son las galas de la bayadera

o la sabiduría de alguna ninfa?

O son solo la dádiva inocente

de una niña o de un ángel?


Pero es un embrujo que maravilla,

un juego que desespera,

un deslumbramiento que anega

y una sugestión que embelesa.

El beso


Julio Olivera Oré


Qué es el beso? Es la prisión del ser?

O es el arte que cupido enseñó a los dioses?

Es una caricia angelical o es un juego diabólico

que transporta y sublima a los hombres.


Qué hay en el ósculo de los labios

en aquél contacto que electriza,

en aquella entrañable unión

que edulcora y hechiza?


Estalla el beso como una música o como una chispa.

Es la melodía de la dicha o la lumbre de la aurora?

Quien lo da se arroba

quien lo recibe se embeleza.


Qué hay en el beso de los enamorados,

algún néctar exquisito o algún cordial generoso?

Qué filtros o qué mágicas esencias

embelezan y deleitan?


Son las sustancias de la ilusión

o el magnetismo de los cuerpos

que gusta y goza el hombre cuando besa

y saborea con placer cuando ama?


Es el rezago de algún rito bárbaro

en que los seres se devoraban

o es la liturgia angelical

con que se inician los amantes?


Por qué el apetito o el codiciado bocado.

La ansiedad del alma o el escozor del paladar?

Por qué la fascinación y el encanto

o la delirante sugestión de contacto?


Que siente el hombre cuando besa?

Siente que se colma de placer y gozo,

siente el efluvio de la dicha

y la emoción de estar gustándola.


Besa el Hombre para soñar o besa por que está soñando?

O acaso sólo besa por devoción

o un culto erótico

en el que los genios y los dioses fortifican?


Aquellas bocas dulcificadas son las copas del ensueño

para beber almíbar de las almas,

la miel de la belleza

o la dicha fragante de la ventura?

La Conchucana


Julio Olivera Oré

La naturaleza pródiga y el paisaje exquisito
Son las fuerzas artísticas
Que créan la policromia de la flor,
El trino de las aves
Y la belleza de la mujer.

Aureos torbellinos de risos de seda
ó centellantes trenzas de ébano.
Un talle de liana o de acero
con perfiles de ave o de lirio.

Es la euritmia arrogante y bella
de un a deidad primaveral
c es la visión ensoñadora
de una hada o un ángel?

Incha el seno y avienta atrás
la cabellera incendiada,
es la efigie de Diana
en "caceria del amor".

Aprieta los flancos
En el compas del garbo
Y ofrece altiva la cara
A la caricia del céfiro
O al azote del vendabal.

Aquella mujer es la amazona
Que doma un corcel o descoyunta una fiera
O es la paloma dulce y fiel
Que arrulla con su canto.

En la mirada de esta mujer hay eflubios
Que anegan y hechizan;
En sus sonrisas hay encantos
Que envuelven y fascinan.

En su cabellera todo el fulgor de los relampagos
Y en su pecho el tronar de las tormentas,
En sus ojos un kaleidoscopio de embrujos
Y en su cutis la ternura de las flores
Ygual que una torcaza o una vstal:
Un caudal de caricias,
Un torbellino de efusiones místicas
O una casa de nido o cuna.

Es una ensoñación celestial
De carne, ónix o nieve;
Una ensoñación alba,
Transparente y luminosa
Como si por dentro del cuerpo
Se viera recorrer por las venas
Luminarias azules
Para aflorar en rosadas policromias.

Luego el tesoro de su cabellera,
Con aquél su brillo de oro
O intriga novelesca;
El cuello delicado y espiritual
Como el de una garza o el de una ninfa
Y el torso de rosas o magnolias
como un bouquet.

Aquellos sus tersos y liliales brazos
Son más para la poesia
Que para el abrazo amante.
En la cintura el céfiro y el sol
Han puesto un arpegio musical
Y un delirio de fuego.

En sus piernas ágiles y torneadas
La brisa le ha colmado
Gracias de virgen y diosa.
Movimientos áureos de verso
Y floridos ritmos de primavera.

El cuerpo es de marfil o bronce
O es un jugoso tallo de almibar
Y sus lineas iridiscentes
Son las lineas venusinas de las hadas.
En el torso exhúbero
Los albos senos
Son un himno al amor.

La belleza de su rostro
Es la belleza que el artista
Persigue para esculpir en bronce
O cantar en coplas.
Es una belleza excelsa.

Es una visión de lirios o cuarzos,
De rosas, jazmines de perlas.
Es una ensoñación.
Es la cristalización de lo perfecto
Sobre el esboso de ángel
Un embrujo de dulce feminidad
Que embriaga y alucina.

Con esta mujer no se puede vivir,
Un dia o un siglo es igual:
La ilusión de un dia
Es como una melodía infinita
Y el miraje de la eternidad
Tiene el encanto del instante.

No hay términos medios:
Ahora o núnca
o se ama con locura o se pone entre medio una montaña.