martes, 7 de julio de 2009

Sortilegio de Eros


Julio Olivera Oré


Pese a estar duros y ajustados los flancos

al andar los músculos de la espalda serpentean

los del torso se exhuberan,

crujen y zangolotean las caderas.


Son las ondulantes y electrizantes líneas

del perfil de los felinos en celo

o son el sortilegio de Eros

y la maravillosa liturgia del deseo?


Una chispa de zalamería en los ojos

la pintura de una ilusión en los hoyuelos,

un cromatismo de aurora en la sonrisa

y una hechizante melodía en el garbo.


Son las galas de la bayadera

o la sabiduría de alguna ninfa?

O son solo la dádiva inocente

de una niña o de un ángel?


Pero es un embrujo que maravilla,

un juego que desespera,

un deslumbramiento que anega

y una sugestión que embelesa.

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