Julio Olivera Oré
El cuello ebúrneo como una emanación del hombre
o como una floración de busto se yergue elegante,
alto y perinclito, es una fantasía melódica
y la lira de graciosos movimientos.
Por tan bello y magnifico órgano
sube el canto o la palabra como una eclosión de rosas,
se da la risa como un premonitorio introito musical
o el llanto como una cascada de brillantes.
Si un vientre es una cosa de lirio o de marfil,
salpicado por el azul de las cantáridas;
un intenso escozor de virgen y fecundidad
le haces estremecer y soñar.
Es la ánfora de Venus o el vaso de una hada?
No; su vientre más que una obra maestra
es un regazo de blondas suavidades
o el nido de las mas caras ensoñaciones.
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