jueves, 8 de septiembre de 2011

Ceremonia de presentacion de los Libros: "Versos en Prosa para Milgycha" "Miscelaneas de Chaskañahui" y "Flores de Amor".,,

Los instrumentos que se entremezclan en los trabajosde Olivera, Cardenas y Navarro son el mito, la magia de lo imaginado, sus relatos viven fuertemente ‘en el reino de la fantasía’ hasta hacerse verdaderos.  Son también una fábula generosa que se nos entrega como un don para ser incorporado a nuestra propia memoria y sus imaginaciones.  La evocación constante y minuciosa de estas fantasías de un pasado que fue, nos dice sin embargo, “existo”.  El testimonio casi reverente de los autores por describir  la grandeza y misterio de nuestro suelo, los parajes de nuestro país donde las arenillas del oro reverberaban en la ribera de algunos de nuestro ríos.

viernes, 5 de agosto de 2011

Miscelaneas De Chaskañahui

MENKANTAS PERU

“MISCELANEAS DE CHASKAÑAHUI”: tiene como finalidad concientizar, estimular y pletorar en el actor social, las contemplaciones, momentos de reflexión espiritual, gratitudes, alegrías, para borrar inmediatamente las tristezas, sufrimientos egoísmos, y la más tediosa envidia, que caracterizan a los hombres mediocres, como diría José Ingenieros, el más brillante filosofo y pensador argentino. Debido a que en el alma existen vacios tan dolorosos y deplorables que matan y destruyen, a veces, el alma humana.
Quien lea este ejemplar comprenderá, la importancia del ser humano sin ignorancia, y conocimiento; para sentir así, las debilidades y fortalezas, que envuelve al nombre. Sin embargo, reconocemos lo importante es la valentía a enfrentar los problemas que aqueja a la sociedad.
Elky Cárdenas L.

Por Julio Olivera Oré
Elky M. Càrdenas Lalangui, nace en Cajamarca, en la Provincia de San Ignacio de Loyola, un 19 de Septiembre. Ante el contacto con el universo, su alma se transfigura, vibra en ondas luminosas y se diluye en el ritmo melodioso del paisaje. Esta fusión y conjunción de aproximaciones, elabora una aptitud y disposición espiritual singular.

En la contemplación del paisaje, no es tanto la vista, sino, el sentimiento que aprecia y valora. Luego se desarrolla en un mundo interior, donde no solo se reproducen los paisajes de la naturaleza, sino, que se transforman y evolucionan profundamente y se ornamentan de florestas emotivas, se orfrebrizan en el oro y la pedrería de la fantasía, se teje con la seda sutil de los ensueños y se tachonan, engarzan y guarnecen con gajos de luz, remansos de lagos y arabescos de jardinería espiritual. Así, de esta manera, estudia en Jaén en el ISTP.”4 de junio de 1821” Industrias Alimentarias, para pasar a Lima a estudiar  Ciencias de la Comunicación en la UNFV.

Es Cantautora, su canto y su baile hace vibrar de emociones telúricas. Interpreta sus canciones con Los Galanes de Chuquibamba; en sus horas libres se dedica a la Estética Personal, con estilo y creatividad. Es apasionada de la Radio, comunicadora; trabajó en Radio Comas, Radio Antarky, y Radio Santa Rosa, donde tiene su propio programa Menkantas Perú; es premiada por la Sociedad Civil Sembrando Valores, por su gestión radial en comunicación y su labor de hacer recordar los Valores a nuestra Comunidad.

Lo que le da sentido, unidad y emoción al paisaje, es el hombre con su facultad de relación y asociación. Y entonces será más bello para aquellos espíritus que como el de Elky, refinados que han acumulado tesoros espirituales y que están en condiciones de revestir con magnificencia e interpretar con mayor acierto y provecho los recursos de la naturaleza. De aquí, que en cierto modo, la verdadera belleza del paisaje radique en la visión subjetiva que suscita. Es en estos dominios cuando la evocación y la fantasía reconstruyen y edifican paisajes y palacios magníficos y suntuosos, quintaesenciados  y refinados hasta el desborde y la embriaguez. La imaginación concibe estampas magnificentes, destaca aldeas edénicas asentadas como en pétalos de rosa o campos de esmeralda, ríos en que la plata riela en los remansos y la pedrería de brillantes se desgrana en las cascadas, lagos tersos y ambarinos sobre cuyos cristales el sol hace acrobacias luminosas y la luna juega a la ronda.
Tal nuestra invitada la Srta. Cárdenas. 

Toma de la escultura, la belleza de la forma y la sugestión de su plasticidad, la maravillosa combinación de los colores de la pintura, el ritmo exuberante de la música, el tema y los personajes del drama, la elocuencia de la literatura y de la religión el misticismo y la pompa fastuosa de su rito. 

Dr. Julio Olivera Oré

viernes, 1 de julio de 2011

Versos en Prosa para Milgycha

PRÓLOGO
Julio Olivera nos entrega los  Versos en Prosa para Milgycha. El trascurrir de su poemario nos revela palmo a palmo el cuerpo y el espíritu de Milgycha, la Venus de Callampampa, cuya síntesis se entiende en la belleza primaveral sobre la arena de Pisco con la desnudez diáfana de quien se nutre de Juana de Ibarbourou y Alfonsina Storni.
En Milgycha se condensan el influjo íbero y andino que la convierten en un ser sin igual y el poeta, en la voz del amado amante, la contempla absorto desde esa mirada bifocal. Es así que Milgycha resulta la Venus de Botticelli que entrega su virginidad solo en el lecho nupcial y siendo esa Venus occidental sus senos  cual magnolias emanan tonalidades canela y el destello de la quinua.
La conoce el amado con cada sentido, lo demuestra cuando nos describe la espiritualidad sensual y seductora a través de un poeta que escucha los suspiros, la maravilla sonora de la risa, los musicales silencios y el laúd de su voz: “tu voz vehemente/ sobrecargada de sensualidad/ parecía estremecer y avasallar/a tu anonadado interlocutor”. El yo-poético mira en las manos de la amada a dos palomas dormidas y en las formas de su cuerpo una arquitectura perfecta.
Pero, el amado no sólo oye y mira, toca y se deja tocar cuando  “como una guirnalda de trinitarias/ tu cuerpo se arrullaba al mío” y siente entonces los “pies traviesos y juguetones/ y más ágiles que una libélula/ y más tersos que una flor”.  Y el aroma de Milgycha está presente en el olfato del amado; para él, ella es  “un ramo de violetas, / la esencia  de un perfume” cotidiano. 
Sus papilas la han gustado por ello afirma “había también en tu piel, / fresca, suave y sedosa/un sabor de agua de cordillera”. Y fue la cordillera quien enseño a Milgycha a amar, a darse en el altar del mutualismo; por ello, absorto el amado recuerda: “y para deslumbrarme con el tesoro/ de tus caricias primaverales”.
Las caricias primaverales se perfeccionaron perpetuamente al compartir el tiempo bajo el mismo techo, como en la casa de Cabana que la amada transformó en un museo por el buen gusto de sus detalles. Donde vivieron, ella lo adornaba todo con el encanto de su aroma oculto en las flores del campo y la sinfonía lírica de su risa…
Ahora, Milgycha ruega por nosotros mientras el poeta nos acerca al deslumbrarte ser de la mujer amada que ama a quien el ama.  
Bertha Consuelo Navarro Navarro
Universidad Complutence de Madrid

martes, 7 de junio de 2011

Antonio Rómulo Vela Villalba

Allí está Cuyuchin de La Pampa, que es en este lugar donde nació Antonio Romulo Vela Villalba.
                          1933   2011  
Por Julio Olivera Ore
De ambos lados de la Cordillera bajan a la vega, gargantas, barrancos, ramblas, desfiladeros, cañadas y una variedad inverosímil de quebradas con valles furtivos, donde el céfiro con su egregio órgano o una arpa eolia modula cadencias y melodías telúricas. Allí está Cuyuchin de La Pampa, que es en este lugar donde nació Antonio Romulo Vela Villalba. En los sotos y las vegas el céfiro se impregna de fragancias, de recuerdos, toma el aroma de las flores silvestres y lo esparce. Un sutil fluido envuelve al espíritu, lo raspasa y lo hace  flotar y vibrar. Es un efluvio o una melodía que anega.  
Era La joya de oro y de rubí del pincel, la alondra auroreal de los jardines de La Pampa de Corongo, el númen del ensueño y la fantasía másandino que un verso....Sensitivo místico soñador.
La pasión por bello y la delectación de la pintura, nadie como él con su fantasía arrobadora exaltaba el paisaje con su creación artística logrando estampas geniales.
Teófilo del Castillo, aquél pintor Carhauasino y Max León, fueron como Félix Chávez, maestros, Milner Kajaguaringa Faldos Rivas y Julio Castellanos sus compañeros  sonoros de perspectivas indefinibles y claroscuros hechizantes.
Un presentimiento de desolación influia en el tono de sus óleos, de allí talvez su afición a los tintes violeta, por el azul rosa o naranja que traducían la nostalgia del paisaje o la tribulación del dolor. Aquél
pensamiento de fatalidad la llevó a crear un lienzo “La Casa del Oso”, donde las aguas de la corriente tienen el murmullo del llanto. Pintó “La Fé”, donde una cruz de piedra emerge del mar convulsionado y de entre los rostros de una lancha destrozada, se levanta la figura de una naufraga. “La Oración” donde una aldeana de rodillas reza en tanto que la hecatombe bélica hace estragos en su derredor. Pintó un nítido “Huascarán” en momentos que el desmoronamiento del nevado levantara un polvo caleidoscópico.
Su pintura era la pintura del presentimiento, de aquellas aguas trágicas y convulsas, mientras los sobrevivientes oraban contritos y el Cristo Redentor del Cementerio se ergia exhortando la fe y la esperanza Antonio fué asediado por aquél torvo y mordaz alúd del 31 de Mayo de 1970, pero no logró empañar ni la gloria ni la belleza de tan lúcida y singular. Se perdió en la donosura de Antonio  Vela.
El arte fué luxado y su recuerdo son las plegarias que avivan la esperanza de que en el cielo seguirá pintando estampas, para el orgullo de los suyos y para rabia del alúd.
Aquella sensitiva paleta que trazara líneas argentadas en los arreboles áureos, pintara ángeles y querubines con tintes de flores .. Nacido un 5 de Setiembre de 1933.
Al candor de sus lienzos le venía el pudor de su alma, es decir de aquella flor de santidad que cultivan las ninfas para cautivar a los ángeles. Una impresión de irrealidad daba a aquellos lienzos una expresión de idealidad y de ensueño.
Así como cada color está cargado de una especial emotividad y en cada tono va impostado su emoción espiritual, así en las pinturas de  Vela hay un maravilloso hálito sobrenatural. El pintor y el músico que combinan la gama de los colores y el tono de los arpegios; el escultor y el orfebre que aprehenden el iris y la apoteosis de la línea y los poetas y trovas que laudan la belleza ideal, son los únicos que podrían saber de que elementos le venía a Vela aquella radiante y soberana pasión y de que poder emanaba aquella gracia de sus acuarelas y aquél magnético efluvio.
Pero ni aquellos artistas ni ningún otro genio podrían haber sabido lo que los magos y los ángeles en sus cuadros sabían de donde provenía tanta hermosura. Vivía floreciente con los sentidos atentos a la armonía de la belleza y con el alma absorta en la admiración celestial. Vivía enamorada, es decir vivía de la pintura del verso, de la melodía de la música y de la escancia de su pincel y de su voz, embriagado de inocencia y bondad que lo hacían seráfico y divino. En que lontananzas se posaron sus ojos para engarzar la luz de sus pinturas y la poesía de los crepúsculos?. De qué fuentes de armonía y línea captó aquella maravilla de bondad y pureza que normó su vida ejemplar? Que hacen que sus recuerdos sean etéreos. Sus obras se perennizan en locales  culturales y en el Museo de la Nación, Vela deja recuerdos de las escuelas de Cabana de la Pampa, de Lima y fue Premio Mayor de la Escuela de Bellas Artes del Perú. Descansa en Paz.

miércoles, 27 de abril de 2011

Miembro De Numero De La Real Academia Española Acaba de Fallecer..Carlos Eduardo Zavaleta Rivera 1928 2011

Por Julio Olivera Ore
Tras una jornada llena de impresiones y novedades se entra a Tingua. La floresta en el campo y en los huertos de experimentación seenseñorean. El Convento de los Descalzos convertido en Escuela, antes agro-pecuaria, 


está como en retiro. Por las arcadas de sus claustros el eco de las plegarias tienen melodías nostálgicas, por la muerte de Carlos Eduardo. El campanario está como en espera y de los bronces suspendidos el viento arranca notas melancólicas. A inmediaciones el viajero descubre Mancos y Ranrahirca, Yungay y Caraz, tierra de este Académico . Asentados en medio de una estancia acogedora son como una aureola o halo de campiña. Las estancias de Huashcau, Mushu, Piscui y Yánac vuelcan su aroma y belleza. La magia argentada del Huascarán ha puesto un broche de luz sobre los poblados y coloraciones esfumantes sobre el matiz remilgado de su floresta. El panorama lunar es grandioso..Licúa la cumbre nevada el fulgor lunar y la refleja nívea en el horizonte haciendo temblar de emoción el paisaje. La luz nacarada pone sobre la pradera un perlado tono de ensueño.
      Por encima del festón níveo el Huascarán se eleva majestuoso, impone su señorío y hace flamear su penacho de cumbre egregia. Aparte de ser la más alta de la cordillera blanca es la más bella y augusta. Es un monumento de cristal asentado sobre una campiña de esmeralda. Su albura es un mensaje que se irradia en la extensa pradera dando un tinte de idealidad a las cosas. Ningún nevado tiene la opulencia ebúrnea de sus formas, ninguno el vuelo ágil y extenso de sus flancos, ninguno la sugestión de altura y la sensación de hechizo como él y, ninguno como el nos oyó rezarle a su majestuosidad al pie de sus orillas, como lo hacíamos mi primo Carlos y yo, recordando a María Josefa que alguna vez puso sus pies en su montaña. Carlos quiso prologar mi novela, pero prefirió que su amiga la diplomática y poeta  Cecilia Bustamante y Moscoso lo hiciera, por rendirle homenaje a una dama premio Nacional de Poesía del Perú, me dijo que mi obra era una poesía y le cedía el honor, yo era joven todavía y mi liturgia era la espera.

      El Huascarán tiene un empeño canonista y litúrgico. Da alas para el ensueño y marca el ritmo del arte. Insinúa tonos, distribuye tintes, su paleta suaviza el verdor de las campiñas y el color encendido de las auroras; da al cielo verberaciones fulgentes, celajes argentados, lampos damasquinados; sincroniza el carmín de las mañanas y el bermellón de los ocasos. Y las auroras y los crepúsculos van halándose de ilusión en el paisaje y haciendo plácido el tono de la acuarela del alba. El paisaje esta de luto, las castañuelas se enlutan por la desaparición de un escritor tan reconocido como mi primo Carlos Eduardo Zavaleta Rivera
Escritor y diplomático. Cursó educación primaria en Sihuas, Yungay y Caraz (Áncash, 1934-1938) e, iniciada la secundaria en los colegios nacionales de Caraz y Tarma, la concluyó (1943) en el Colegio Nacional. Ntra. Señora de Guadalupe. Luego inició sus estudios de Medicina en la U. M. de San Marcos (1944-1947); pero vocacionalmente se alejó de aquella disciplina y prefirió cursar en la Facultad de Letras (1949), optando en ella el grado de Br. en Humanidades (1953); y luego el de Dr. en Literatura (20-I-1958), con una tesis sobre William Faulkner, novelista trágico. Viajó becado por las universidades de Lawrence, Kansas, Duke, Carolina del Norte, Columbia, Nueva York (1953-1954). Luego viajó por España, Francia e Inglaterra (1953-1954) merced a la beca sanmarquina Javier Prado.
Asumió las cátedras de Literatura en Lengua Inglesa (1958) y Literatura Española (1961). Y, habiendo ingresado al servicio de la Dirección de Relaciones Culturales, en el Ministerio de RR. EE. (1958), publicó desde entonces hasta 1964 el Boletín Cultural Peruano, que se difundía a través de embajadas y consulados por el mundo, bajo la inspiración inicial de Raúl Porras Barrenechea, de quien fue secretario por dos veces (1951,1955-1956).
Pasó a ser agregado cultural en Bolivia (1964-1969), consejero cultural en México (1969-1973), ministro de asuntos culturales en España (1973-1980), así como asesor en aquella dirección (1981-1986); ascendido a la categoría de ministro consejero (1986), pasó a encargarse de los asuntos culturales en la embajada acreditada en Londres, hasta su jubilación (1992).
En todos estos países dictó cursos y conferencias sobre literatura peruana contemporánea. Luego reasumió su cátedra en la U. M. de San Marcos. Es fundador de revistas culturales: Centauro (1950-1951), Letras Peruanas (1951-1964). Es traductor de autores como T. S. Eliot, James Joyce, Ezra Pound, Tennesee Williams e introductor en el Perú de nuevas técnicas narrativas en el cuento y la novela, desde 1948, merced a sus ensayos y lecturas públicas de James Joyce y William Faulkner.
Es miembro de número del Instituto Ricardo Palma (1998) y de la Academia Peruana de la Lengua (1999).
Ha obtenido los siguientes premios: el promovido por la Facultad de Letras (1951); el Premio Nacional. de Fomento a la Cultura Ricardo Palma, por su colección de cuentos (1952-1961); el Premio Nacional. de Ensayo Manuel González Prada (1959); premio de cuento de La Prensa (1953); de la revista Cuadernos por la Libertad de la Cultura (París, 1965); premio de cuento de la revista Visión del Perú (1969); finalista del Premio Nacional. de Novela José María Arguedas (1973); ganador del Premio de Novela de la Municipalidad de Lima (1983); Premio Nacional. de Periodismo Bausate y Mesa (1984); premio al investigador más destacado entre 1990-1998 de la Facultad de Letras de la U. M. de San Marcos y del grupo de facultades que conforman las áreas de Economía y Humanidades; y el Premio Nacional. de Novela Federico Villarreal (2000).
Ha publicado las siguientes colecciones de cuentos:
  • La batalla y otros cuentos (1954)
  • El Cristo Villenas (1955, corre. y aún. en 1956 y 1983)
  • Vestido de luto (1961,1969,1992)
  • Muchas caras del amor (1966,1984)
  • Niebla cerrada (1970,1995)
  • Un día de muchas partes del mundo (1979)
  • La marea del tiempo (1982,1988)
  • Un herido de guerra (1985)
  • Unas cuantas ilusiones (1986)
  • El padre del tigre (1993)
Antologías:
  • Unas manos violentas (1958)
  • El fuego y la rutina (1976)
  • El cielo sin cielo de Lima (1986)
  • Pueblo azul (1996)
  • Cuentos Completos (2 vols., 1997), recopilación de todas sus narraciones cortas, además de 12 textos publicados entre 1954 y 1993.
Luego aparecieron otros dos tomos de cuentos:
  • Contraste de figuras (1998)
  • Abismos sin jardines (1999).
Novelas:
  • El cínico (1948)
  • Los Ingar (1955, 4.a ed. 1983)
  • Los aprendices (1974, 1977 y 1981)
  • Retratos turbios (1982,1985)
  • Un joven, una sombra (1993)
  • Campo pálido, pero sereno (1977).
Ensayos:
  • William Faulkner, novelista trágico (1959)
  • Narradores peruanos: la generación de los cincuenta. Un testimonio (1975)
  • El ensayo en el Perú, 1970-1975 (1976)
  • José María Arguedas, aprendizaje y logros del novelista (1979)
  • Retrato de Ciro Alegría (1984)
  • La obra inicial de Vargas Llosa (1987)
  • La prosa de César Vallejo (1989)
Sus ensayos más conocidos se reúnen en los tomos
  • Ensayos sobre Joyce y Faulkner (1993)
  • El gozo de las letras (1997) en los cuales se recopila notas y artículos de carácter autobiográfico y crítico, publicados en diarios y revistas del Perú y del extranjero
  • Contraste de figuras (1997), relatos y traducciones del inglés
  • Autobiografía fugaz (2000).  
 César Vallejo: Madrid, 1978La novela poética peruana en el siglo XX 

miércoles, 9 de febrero de 2011

Ramón O´Brian “El Gran Rebelde”

Nuevo libro de Julio Olivera Oré , será presentado en  el  Club Ancash el día 17 de Febrero 2011, en el Marco del 150 Aniversario de la Creación de la Provincia de Pallasca.

lunes, 24 de enero de 2011

martes, 4 de enero de 2011

Congreso de la Republica Diploma de Honor "Gestion por el Pais"

Victor Antonio Vergara Collazos

Por Julio R. Olivera Oré
En la cordillera es frecuente que estalle una tempestad. Torbellinos de oscuras trombas de nubes ponen su brochazo de óleo oscuro en el lienzo del cielo. Aquellas, cargadas de electricidad se multiplican, se dispersan o se juntan y refunden o truenan como cíclopes y gigantes fantásticos. Otras veces toman las formas de endriagos, de gnomos o monstruos. Arrecia el huracán y chocan las nubes y revientan dando a estallar truenos retumbantes, relámpagos de oro y rayos de brillo diamantino. Cerca o lejos de la tempestad una feria de meteoros añaden su luminaria ofreciendo el espectáculo grandioso de un instante de palingenesia.Es aquí en este medio que nace en Yungar Victor Antonio Vergara Y mientras el retumbar de los elementos estremece la tierra un olor a pólvora se esparce en el ambiente. La lluvia que no falta en estas ocasiones se desata en torrentes desbordantes. Pronto llega la calma y por doquier la sinfonía de color del arco Iris, pone su nota de fiesta en el paisaje, mientras que los arroyos y ríos esparcen una canción litúrgica como una melodía celestial, poco después el cielo cobra tonalidades translúcidas de turquesas.. Luego se pierde en la altura entre los arreboles dorados, dejando pinceladas geniales para la pintura e ingentes tesoros para la poesía y la música.
Acucioso periodista, escritor, historiador, sociólogo y conferencista destacado, nos narra su historia
Obviamente, siempre en mi mente esta el recuerdo de mi terruño de Yungay, donde desde muy niño en el bosque disfrute la ternura de damas de alta alcurnia.
En Yungay, se come muy rico el chocho, los chicharrones de chancho, el sabroso jamón y su majestad el cuy. Los sombríos de maíz y varias sementeras, papa, oca, mashua. Los grandes rebaños de vacas, caballos y pollinos. Su clima es primaveral con sol radiante todo el año
Tenemos la Cordillera Blanca con sus majestosos Alpamayo y Huascarán, los nevados más altos y hermosos del mundo.
Además existen las paradisíacas lagunas de Parón y Llanganuco; en fin, hay muchas bellezas naturales con campiñas verdes y de clima agradable. Sobre todo, sus hombres y mujeres son de gran talento y de enorme simpatía.
GALARDONES
Como sociólogo, escritor, periodista, historiador y conferencista, ha sido distinguido con:
-Honorífico galardón Medalla de Oro y Diploma el 12 de febrero de 2009 por la Universidad Hispana UTAH-USA.
-Medalla de Oro por la Federación de Escritores del Perú FESP y la Cantuta de Oro y del Ateneo Andino.
-Premio Internacional de Los Niños Bandera de la Paz, con la medalla de Plata en Sofía (Bulgaria).
Viajes por el mundo
-A México en 1967, trabajando como periodista.
-A Alemania en 1974, por dos meses invitado por el gobierno.
-A Rumania de 1974,77 para seguir estudios de de Sociología.
-A Austria en 1974 y España 1978, para la edición de libros.
-Invitado como periodista, a la Republica Popular China, Bulgaria, Polonia, Hungría, Albania, Francia, Yugoslavia, Mongolia, Rusia, Estados Unidos y otros países de América Central.
Obras escritas
Cuando las Historias se Juntan Los Túpac Amaru en Europa, De Machu Picchu a la Gran Muralla, De Machu Picchu alrededor del Mundo, El Mundo del Ande, Ike y la Chicha, La Tragedia, Turismo y Folclore, Zaraí, Sexo Droga y Poder, El Misterio del Hijo Prodigo, Néctar en el Cielo, La Muñequita Rally, Machu Picchu en las 7 Maravillas del Mundo, EL Hijo del Huascarán.
En la composición de estas escenas entra el oro en abundancia, o se funde y corre a raudales o se incendia y flota en llamaradas, se evapora y difumina al horizonte, arrobando los sentidos y la fantasía. Y mientras el oro metálico puede en la ornamentación artística lograr efectos maravillosos, el oro solar tiene la pompa de lo trascendente; el uno abre el mundo de la belleza gótica y renacentista y el otro el del estilo barroco en toda su amplitud optica-impresionista. En el primer caso el oro enriquece la decoración, en el otro cumple el rito representativo del esplendor solar.
En esta epopeya de la naturaleza, la pintura y la poesía se colman de recursos invalorables y el mismo suelo renace lozano porque la tormenta con el desprendimiento del nitrógeno de las tempestades fecunda la tierra y renueva su vigor.
Aún cuando de estas hecatombes cósmicas resultó truncada la cúspide del "Huascarán", aquella mutilación en vez de restarle belleza, la aumenta cada vez más, porque la imaginación al reconstruirla le añade la creación de la fantasía haciéndolo mas deslumbrante y majestuoso.
Mientras que una tempestad en los andes no es mas que un ritmo de la naturaleza, un terremoto es una catástrofe. El aborigen nativo ante estos fenómenos fue precavido, construyendo viviendas resistentes a los sismos y a salvo de aluviones, aclimatando colonias especiales que vivían cerca de los nevados para evitar la sobrecarga del hielo y evitar los estragos del derrumbe. La tortuga con aquella su caparazón de protección, fue sin duda el tótem del lugar, como se advierte en los diseños que adornan las cabezas escultóricas en piedras de Huansacay, y los ceramios de Inka Pakollka, de la Cultura Recuay en Yungay.
Según indagaciones familiares mi esposo Víctor Antonio Vergara Collazos,nos cuenta Elia Alvarado Vega, perdió a su padre a la edad seis meses, siendo conducido al cementerio en la espalda por su nana cargado en una manta (lliclla). Se dice que fue un niño precoz que a la edad de 3 o 4 años, se sentía muy querido por su abuelita materna doña Margarita, quien lo engreía en todo y cuando su mama lo castigaba se iba a casa de su abuelita. Mucho le gustaba los animales, vivía encariñado con su perro <> y su gato <>. Tenía muchos cuyes y que cuando estaba sin sus zapatitos, los cuyes querían devorarlos sus piesecitos. En esa edad conoce al compañero de su mama al sr. Salas, quien invadía su territorio sentimental y se sentía celoso. Había momentos que cuando su mama salía con el sr. Salas, se ponía a llorar tristemente y mucho paraba contemplándose en su huerta, donde se producía pacay, durazno, mora, capulí, manzana, rocoto, ají, etc.
Luego, entro a estudiar inicial en el jardín de infancia y luego en la escuela 370 y la secundaria en el Instituto Industrial Nº 40 de Caraz, especializándose en carpintería, siendo unos de sus trabajos una mecedora perezosa y otros muebles. Sus compañeros de estudio fueron Rolando Malarin actual concejal de la Municipalidad de los Olivos que labora junto al Dr. Felipe Castillo Alfaro, quien es alcalde reelegido por tercer periodo consecutivo, Jaime Torres y en el mismo centro estudió el destacado periodista Juan Paredes Castro, editor central de la pagina política del El Comercio. El Dr. Cesar Languasco Bambarén, asesor de trece ministros de Educación y actualmente ha sido galardonado como Doctor Honoris Causa por la Universidad Hispana UTAH-USA y es padrino de nuestro matrimonio y amigo de toda la vida al igual que su hermana Rosita y su hermano Jaime notable científico quienes se distinguen por ser sobrinos carnales del famoso obispo Luís Bambarén Gastelumendi, mas conocido como el obispo de los pueblos jóvenes y de los niños desamparados.
A la edad de trece años empieza hacer sus primeros pininos en el periódico mural de su colegio. También, se dedico a llevar los escritos de los litigantes de Yungay a Huaraz, en los camiones repleto de animales y sacos de papas. Siempre le justaba conversar con los jueces, quienes le atendían con mucha amabilidad por su carisma que se notaba en su semblante y cara pecosa y pestañas rizadas.
A los 15 años viene a Lima, junto con su gallo a la casa de su hermana Delia, donde compartió su querido gallo con toda la familia, aunque quedo muy triste por el vació que dejo su compañero de viaje.
La tragedia de nuestro desalojo de perder nuestra vivienda donde vivimos por más de 40 años afecto mortalmente a mi querido perro Don Jonás.
Pues, al mismo lugar regresamos dentro de dos meses y mi can sentía como un apersona, por el lugar donde vivió. Varias veces quiso entrar pero los vecinos ya no lo permitían. Asimismo extraña el parque Sucre de Santa Beatriz, que fue enrejado prohibiendo su ingreso total, donde los niños de la vecindad jugaban libremente. La injusticia de haberme quedado con un testamento en la mano que duerme en los sótanos del poder judicial. Igualmente hay jueces incapaces que mantiene un juicio por tantos años, lo cual es un infierno, por ello pido que el poder judicial pronto se modernice.
Por otro lado, recuerdo de la mamá de mi esposo, Doña Julia Collazos, quien fue una distinguida dama de Yungay, destacándose en los arreglos florales, para los cumpleaños, ceremonias y entierros. Mucho gozaba cuando escribía a Antonio cuando estaba en Rumania, siempre dándole sus consejos. Luego de la muerte de su mamá decidió Antonio, vivir en el Perú amando a su patria y sintiéndose orgulloso de sus ancestros. Le gusta ser un hombre luchador y siempre propicia el apoyo social mancomunado.
Lo fundamental que he encontrado en mi esposo, es su gran amor, una forma de admiración y de vivir juntos con mi hija Silvana Elizabeth Vergara de Mejia y su esposo Erick y su digan familia que se ha integrado a una nueva familia, y esperamos con mucha alegría un nieto es decir, estamos preparados para lo que nos depare el destino, tratando de afrontar lo momentos difíciles.
Estoy muy agradecida por su gran humanismo, en los momentos de mi delicada salud, apoyándome, y me ha hecho merecedora de un Doctorado Honoris Causa a la excelencia calidad humana por la Universidad Hispana UTAH-USA Registre Ander UTA secondary propietary school act (Title Nº13, Chapter 34, UTA Code) 41 East 3900 South, SALT Lake City, UTA 84107.
Por ultimo agradezco a través de estas páginas a mis hermanos, en quienes he sentido el apoyo más grande de solidaridad, en el momento más difícil, como fue el desalojo; especialmente a mi hermano Edwin Alvarado, a Clementina y a mi cuñada Helena y a todos sus hijos en general. También, a Manuelita que ha estado pendiente con sus oraciones y a Ofelia Chávez Jaramillo de Guzmán Marquina que es como mi segunda madre.
Agradezco a mi estima cuñada Delia Vergara Collazos de Salas y a toda su digna familia que tuvieron la gentileza de apoyarnos moral y espiritualmente en los momentos difíciles vividos; en especial a Doctor Rosendo Salas Vergara por su invalorable labor que asumió en la defensa judicial. A mi sobrina Joselin Huerto Alvarado, a su esposo Nicolás Valles Rodríguez e hijos Geraldine y Jhon, a Kelly que mostraron su habilidad e ingenio para apoyarnos en estos momentos difíciles y cruciales.
A mi madrina de matrimonio Gregaria García Collantes que a la distancia supo darnos su invalorable apoyo moral e espiritual. Igualmente doy gratitud a Jeaqueline, a mi padrino el Doctor Cesar Languasco Bambarén, que nos brindo solidablemente las llaves de su departamento por inaugurar en los momentos de apuro.
Mi consejo es que el puñal entre hermanos no debe existir, porque estamos de paso por este mundo, que todo lo material queda y esto que no se repita entre hermanos. Al contrario debemos darnos más amor ante Dios y la patria.
Puede que las fuerzas interiores de la tierra, estén influidas por la ubicación, altura, peso y masa; el caso es que de tiempo en tiempo se presenta un terremoto.
En el mes de mayo el resplandor extraordinario de las Cruces llenan de alborozo el mundo andino y el acontecimiento es celebrado con fiestas en su honor. La naturaleza se decora con la floración de campo y la euforia de los ruiseñores llenan las campiñas de una melodía placentera. La leyenda de la existencia de una estrella que lucha con el sol tiene un valor excepcional de valentía. De otro lado el brazo mayor de la "Cruz del Sur" pasa por el eje del Polo, circunstancias que muchas veces son marcadas por catástrofes cíclicas.
Y aquello de combatir a una fuerza mas poderosa de porfiar y estar siempre en desafío y en aptitud de reanudar la lucha es cuestión que tiembla el espíritu indígena. Igual es la porfía que el regnícola atribuye al "Huascarán" y la campiña en su lucha con los elementos cósmicos.
El terremoto del 31 de mayo del 70 tuvo los alcances de un cataclismo. La ciudad de Yungay y poblados vecinos fueron arrasados y donde el sismo o el alud no alcanzaron a destruir, un ciclón de aire provocado por el desplazamiento del nevado arranco el pueblo de Huashcao, treinta casas y noventa chozas. Allí no llego el hielo, simplemente el viento, apretujando costillas y cráneos, hizo estallar las viseras, segó como una hoz la vegetación del campo dejando inerte a sus seres vivientes.
Si los anteriores terremotos afectaron gravemente a Yungay, el del 70 lo arrasó definitivamente. La magnitud de la tragedia fue horrorosa. Un alud de hielo de setenta millones de metros cúbicos que desprendió del "huascarán", sepultó a Yungay y pueblos aledaños. El material de piedras y palizadas se acumuló en el río Santa formando un deposito de agua que llegando hasta Mancos desbordándose y arrancando estancias y villorrios, terrenos de labranza, líneas férreas hasta detenerse en el mar.
Para terminar este capitulo vuelvo a la esplendidez de nuestro anfitrión, don Jose María Lobina Falcón que en su larga y provechosa existencia, no solo le cupo ser testigo de varios terremotos y de sufrir sus estragos sino también que insensiblemente y sin proponerse captó la poesía y la música del lugar. Jamás supo que era un autentico producto del paisaje y que en el la magia y el mito, la tragedia y la belleza se habían decantado para dar a brotar una personalidad hondamente humana en que las sabias de la tierra le ofrecieran el aroma de sus flores y los latidos del corazón su ritmo melódico.
Don Jose María sentía una emoción reverencial al narrar el resurgimiento de Yungay cada vez que los cataclismos le afectaban. En aquellas narraciones habían reminiscencias deslumbrantes, remembranzas poéticas de insondables lejanías, magias y conjuros, luces refulgentes de relámpagos y un temblor profundo de las fuerzas interiores de su ser que denunciaban su humanismo, una vena lírica y nostálgica, preñado de lágrimas cristalinas por la honda pena que laceraba su alma al recordar a sus hijos inmolados por torva mano del destino. La versión del resurgimiento esta imbuida de cierta esencia panteísta y de una angustia e ilusionada preocupación de mensaje.
Decía que después de cada catástrofe la campiña renacía con mayor lozanía por que no en vano aquellas tierras fueron regadas con la sangre de las víctimas y el llanto de los sobrevivientes; que en las flores de los jardines y vergeles renacía también el destello de la hermosura de tantas muchachas desaparecidas; que en los claveles y las rosas reverberaba el color de sus labios y en el perfume de las retamas estaban la fragancia de tanto aliento sepultado; que la aperlada elegancia de las magnolias, dalias y crisantemos era la emoción plástica de tanta hermosura virginal cubierta por el lodo; que los idilios comenzados continuaban en el canto de las cuculíes y en el diálogo de las trinitarias y lucero que son los ojos de las niñas sepultadas y de los ángeles consternados del firmamento; que en la fuente o en la encañada resuena el eco de la canción de los trovadores y la imploración de los amantes siguen invocando la gracia de las que fueran mujeres doradas como un arrebol de la mañana, sonrosadas como una azucena, piadosas como una santa, fragantes como las rosas, preciada la boca de coral, blondo el cabello tersa la frente de marfil y fascinante rostro bello; que el poema de los ósculos de los amantes se reeditaban en el beso de luz que estallan en las corolas de las flores y que la caricia de los efebos y las doncellas se repetía en el alborozo de las aves en su canto matinal; que en el prado la luz de la aurora inundaba su esplendor a las montanas, a las mansiones y cabañas anidándose en lechos de jacintos y guirnaldas de madreselvas, reverberando en el éter y en los lagos absortos y brillando en el rocío de las flores, despertando a las mariposas que en bandadas multicolores de zafiro oro y esmeralda levantaban el vuelo ofreciendo un espectáculo maravilloso y esparciendo el polvo de las flores para embriagar los sentidos y arrobar la fantasía.
Julio R. Olivera Oré