martes, 7 de julio de 2009

El beso


Julio Olivera Oré


Qué es el beso? Es la prisión del ser?

O es el arte que cupido enseñó a los dioses?

Es una caricia angelical o es un juego diabólico

que transporta y sublima a los hombres.


Qué hay en el ósculo de los labios

en aquél contacto que electriza,

en aquella entrañable unión

que edulcora y hechiza?


Estalla el beso como una música o como una chispa.

Es la melodía de la dicha o la lumbre de la aurora?

Quien lo da se arroba

quien lo recibe se embeleza.


Qué hay en el beso de los enamorados,

algún néctar exquisito o algún cordial generoso?

Qué filtros o qué mágicas esencias

embelezan y deleitan?


Son las sustancias de la ilusión

o el magnetismo de los cuerpos

que gusta y goza el hombre cuando besa

y saborea con placer cuando ama?


Es el rezago de algún rito bárbaro

en que los seres se devoraban

o es la liturgia angelical

con que se inician los amantes?


Por qué el apetito o el codiciado bocado.

La ansiedad del alma o el escozor del paladar?

Por qué la fascinación y el encanto

o la delirante sugestión de contacto?


Que siente el hombre cuando besa?

Siente que se colma de placer y gozo,

siente el efluvio de la dicha

y la emoción de estar gustándola.


Besa el Hombre para soñar o besa por que está soñando?

O acaso sólo besa por devoción

o un culto erótico

en el que los genios y los dioses fortifican?


Aquellas bocas dulcificadas son las copas del ensueño

para beber almíbar de las almas,

la miel de la belleza

o la dicha fragante de la ventura?

No hay comentarios:

Publicar un comentario