consideración
de que en Ancash (Conchucos) se diera el contraste de existir núcleos
campesinos atrasadísimos y que evolucionaran en diez años hasta formar una
comunidad cooperativa modelo, de un lado, y de otro, de que comunidades
campesinas prósperas hubieran evolucionado hasta el extremo de desaparecer como
núcleos agrarios para alistarse en las fábricas en algunos casos y en otros
sencillamente se hubieran extinguido por la expansión de las haciendas, del
urbanismo, ausentismo o éxodo, nos ha determinado hacer la investigación
histórica de aquellos cambios.
Lo
importante es encontrar los elementos que cambian. Sabemos que los cambios
culturales son consecuencia de los desplazamientos de población, más bien que
de los desarrollos evolucionarios, que es “la simple conducta del movimiento de
la sociedad generada por la integración cotidiana de los hombres, la revolución
es el resultado de maduración de las condiciones de desarrollo de cada
formación social”.
Este
libro serä presentado en el pueblo de Conchucos el dia del Campesino por el
Magister Plighio Hidalgo Gonzales y la periodista Elky Cärdenas, en el
marco de estas festividades comunales.
OTROS
LIBROS QUE SE PRESENTARAN SON EL SEGUNDO TOMO DE LAS MEMORIAS DE JULIO OLIVERA
Y SU FLORILEGIO PERFUMES DE MADRESELVA
Asistimos
en estos días a la Fiesta
conmemorativa del hecho histórico expuesto. Magdalena del Mar, cumple mas
de un siglo de existencia y los cumple en un ambiente nuevo, pero no
distinto del que presidió lo esencial de su existencia en los años
transcurridos. Magdalena es una ciudad con alma, no es una simple agregación democrática;
representa una fase inconfundible de la historia del Perú, en su historia
local.
Mi
humilde contribución al glorioso Pueblo de Magdalena, en este Ensayo deben pues aceptarlo como tal.
Asi
mismo en este segundo tomo inserto un estudio sobre el TABACO en America.
Rodrigo de Xeres y Luis de Torres, comisionados por Colón partieron
de Guanahaní (San Salvador) para explorar tierra firme en 1492, internándose en
la selva centroamericana. Pudieron mirar un espectáculo nunca antes
contemplado, que los nativos de la isla sorbían fuego y arrojaban humo por la
boca y la nariz, sin causarles malestar alguno aparentemente. Los indígenas
llamaban a esta planta “Cojiva” o “Cohiva”, y los indios de América
Septentrional lo llamaban “Petum”.
En el Perú lo llamaban “Sayri”. En Martinea y “Yetl” al Norte del
Brasil. Los aborígenes de las Islas occidentales la llamaban “Yoli” y “Shayli”
en varias comunidades del Norte de Ancash.
El nombre de tabaco provendría según unos del instrumento en forma
de “Y” que los nativos cubanos utilizaban para embriagarse con las exhalaciones
del humo. Este aparato fue conocido por los españoles con el nombre de
“tabaco”. Posiblemente su nombre se le deba a la provincia de Tabasco, lugar de
la Nueva España
y no al de la isla Tabago de las Antillas como pretenden algunos autores.
Los nativos americanos en su mayor parte fumaban
cigarros envueltos en hojas de maíz o de palmera, demás de usarlo en puros, en
pipas, masticado y en forma de rapé como notaremos en el cuadro tentativo de
secuencias ecológicas.