miércoles, 27 de abril de 2011

Miembro De Numero De La Real Academia Española Acaba de Fallecer..Carlos Eduardo Zavaleta Rivera 1928 2011

Por Julio Olivera Ore
Tras una jornada llena de impresiones y novedades se entra a Tingua. La floresta en el campo y en los huertos de experimentación seenseñorean. El Convento de los Descalzos convertido en Escuela, antes agro-pecuaria, 


está como en retiro. Por las arcadas de sus claustros el eco de las plegarias tienen melodías nostálgicas, por la muerte de Carlos Eduardo. El campanario está como en espera y de los bronces suspendidos el viento arranca notas melancólicas. A inmediaciones el viajero descubre Mancos y Ranrahirca, Yungay y Caraz, tierra de este Académico . Asentados en medio de una estancia acogedora son como una aureola o halo de campiña. Las estancias de Huashcau, Mushu, Piscui y Yánac vuelcan su aroma y belleza. La magia argentada del Huascarán ha puesto un broche de luz sobre los poblados y coloraciones esfumantes sobre el matiz remilgado de su floresta. El panorama lunar es grandioso..Licúa la cumbre nevada el fulgor lunar y la refleja nívea en el horizonte haciendo temblar de emoción el paisaje. La luz nacarada pone sobre la pradera un perlado tono de ensueño.
      Por encima del festón níveo el Huascarán se eleva majestuoso, impone su señorío y hace flamear su penacho de cumbre egregia. Aparte de ser la más alta de la cordillera blanca es la más bella y augusta. Es un monumento de cristal asentado sobre una campiña de esmeralda. Su albura es un mensaje que se irradia en la extensa pradera dando un tinte de idealidad a las cosas. Ningún nevado tiene la opulencia ebúrnea de sus formas, ninguno el vuelo ágil y extenso de sus flancos, ninguno la sugestión de altura y la sensación de hechizo como él y, ninguno como el nos oyó rezarle a su majestuosidad al pie de sus orillas, como lo hacíamos mi primo Carlos y yo, recordando a María Josefa que alguna vez puso sus pies en su montaña. Carlos quiso prologar mi novela, pero prefirió que su amiga la diplomática y poeta  Cecilia Bustamante y Moscoso lo hiciera, por rendirle homenaje a una dama premio Nacional de Poesía del Perú, me dijo que mi obra era una poesía y le cedía el honor, yo era joven todavía y mi liturgia era la espera.

      El Huascarán tiene un empeño canonista y litúrgico. Da alas para el ensueño y marca el ritmo del arte. Insinúa tonos, distribuye tintes, su paleta suaviza el verdor de las campiñas y el color encendido de las auroras; da al cielo verberaciones fulgentes, celajes argentados, lampos damasquinados; sincroniza el carmín de las mañanas y el bermellón de los ocasos. Y las auroras y los crepúsculos van halándose de ilusión en el paisaje y haciendo plácido el tono de la acuarela del alba. El paisaje esta de luto, las castañuelas se enlutan por la desaparición de un escritor tan reconocido como mi primo Carlos Eduardo Zavaleta Rivera
Escritor y diplomático. Cursó educación primaria en Sihuas, Yungay y Caraz (Áncash, 1934-1938) e, iniciada la secundaria en los colegios nacionales de Caraz y Tarma, la concluyó (1943) en el Colegio Nacional. Ntra. Señora de Guadalupe. Luego inició sus estudios de Medicina en la U. M. de San Marcos (1944-1947); pero vocacionalmente se alejó de aquella disciplina y prefirió cursar en la Facultad de Letras (1949), optando en ella el grado de Br. en Humanidades (1953); y luego el de Dr. en Literatura (20-I-1958), con una tesis sobre William Faulkner, novelista trágico. Viajó becado por las universidades de Lawrence, Kansas, Duke, Carolina del Norte, Columbia, Nueva York (1953-1954). Luego viajó por España, Francia e Inglaterra (1953-1954) merced a la beca sanmarquina Javier Prado.
Asumió las cátedras de Literatura en Lengua Inglesa (1958) y Literatura Española (1961). Y, habiendo ingresado al servicio de la Dirección de Relaciones Culturales, en el Ministerio de RR. EE. (1958), publicó desde entonces hasta 1964 el Boletín Cultural Peruano, que se difundía a través de embajadas y consulados por el mundo, bajo la inspiración inicial de Raúl Porras Barrenechea, de quien fue secretario por dos veces (1951,1955-1956).
Pasó a ser agregado cultural en Bolivia (1964-1969), consejero cultural en México (1969-1973), ministro de asuntos culturales en España (1973-1980), así como asesor en aquella dirección (1981-1986); ascendido a la categoría de ministro consejero (1986), pasó a encargarse de los asuntos culturales en la embajada acreditada en Londres, hasta su jubilación (1992).
En todos estos países dictó cursos y conferencias sobre literatura peruana contemporánea. Luego reasumió su cátedra en la U. M. de San Marcos. Es fundador de revistas culturales: Centauro (1950-1951), Letras Peruanas (1951-1964). Es traductor de autores como T. S. Eliot, James Joyce, Ezra Pound, Tennesee Williams e introductor en el Perú de nuevas técnicas narrativas en el cuento y la novela, desde 1948, merced a sus ensayos y lecturas públicas de James Joyce y William Faulkner.
Es miembro de número del Instituto Ricardo Palma (1998) y de la Academia Peruana de la Lengua (1999).
Ha obtenido los siguientes premios: el promovido por la Facultad de Letras (1951); el Premio Nacional. de Fomento a la Cultura Ricardo Palma, por su colección de cuentos (1952-1961); el Premio Nacional. de Ensayo Manuel González Prada (1959); premio de cuento de La Prensa (1953); de la revista Cuadernos por la Libertad de la Cultura (París, 1965); premio de cuento de la revista Visión del Perú (1969); finalista del Premio Nacional. de Novela José María Arguedas (1973); ganador del Premio de Novela de la Municipalidad de Lima (1983); Premio Nacional. de Periodismo Bausate y Mesa (1984); premio al investigador más destacado entre 1990-1998 de la Facultad de Letras de la U. M. de San Marcos y del grupo de facultades que conforman las áreas de Economía y Humanidades; y el Premio Nacional. de Novela Federico Villarreal (2000).
Ha publicado las siguientes colecciones de cuentos:
  • La batalla y otros cuentos (1954)
  • El Cristo Villenas (1955, corre. y aún. en 1956 y 1983)
  • Vestido de luto (1961,1969,1992)
  • Muchas caras del amor (1966,1984)
  • Niebla cerrada (1970,1995)
  • Un día de muchas partes del mundo (1979)
  • La marea del tiempo (1982,1988)
  • Un herido de guerra (1985)
  • Unas cuantas ilusiones (1986)
  • El padre del tigre (1993)
Antologías:
  • Unas manos violentas (1958)
  • El fuego y la rutina (1976)
  • El cielo sin cielo de Lima (1986)
  • Pueblo azul (1996)
  • Cuentos Completos (2 vols., 1997), recopilación de todas sus narraciones cortas, además de 12 textos publicados entre 1954 y 1993.
Luego aparecieron otros dos tomos de cuentos:
  • Contraste de figuras (1998)
  • Abismos sin jardines (1999).
Novelas:
  • El cínico (1948)
  • Los Ingar (1955, 4.a ed. 1983)
  • Los aprendices (1974, 1977 y 1981)
  • Retratos turbios (1982,1985)
  • Un joven, una sombra (1993)
  • Campo pálido, pero sereno (1977).
Ensayos:
  • William Faulkner, novelista trágico (1959)
  • Narradores peruanos: la generación de los cincuenta. Un testimonio (1975)
  • El ensayo en el Perú, 1970-1975 (1976)
  • José María Arguedas, aprendizaje y logros del novelista (1979)
  • Retrato de Ciro Alegría (1984)
  • La obra inicial de Vargas Llosa (1987)
  • La prosa de César Vallejo (1989)
Sus ensayos más conocidos se reúnen en los tomos
  • Ensayos sobre Joyce y Faulkner (1993)
  • El gozo de las letras (1997) en los cuales se recopila notas y artículos de carácter autobiográfico y crítico, publicados en diarios y revistas del Perú y del extranjero
  • Contraste de figuras (1997), relatos y traducciones del inglés
  • Autobiografía fugaz (2000).  
 César Vallejo: Madrid, 1978La novela poética peruana en el siglo XX